sábado, 2 de mayo de 2015

Mosaico de lenguas: Colombia y Bolivia


    Tanto Colombia como Bolivia constituyen dos casos peculiares a la hora de estudiar las lenguas amerindias. Es tal la cantidad de lenguas diferentes fruto de la superposición de sustratos también muy diferentes, que afiliar un lengua a una familia o a otra resulta un acto realmente complicado hasta que no avancen más las investigaciones lingüísticas.




                                                        Mapa lingüístico de Colombia





    En el caso de Colombia podemos distinguir un sustrato paleo-euroafricano representado por las lenguas arawaks como puede ser el piapoco o el curripaco, también lenguas influenciadas por éstas como el guahibo. También es posible que existiera un sustrato muy residual y de difícil identificación de lenguas del grupo pámpido-andino, un sutrato, por tanto, también paleo-euroafricano, y donde se puede incluir el grupo de lenguas macú-puinave, las lenguas chibchas, y también el guahibo, el guahibo es una lengua entre el grupo arawak y el grupo pámpido-andino. Por supuesto, existe un sustrato inicial muy antiguo paleo-siberiano donde podemos incluir lenguas como el tucano, también lenguas de influencia caribe como el witoto. También se observa la influencia del quechua, y al igual que en ésta, la influencia de rasgos chinos en lenguas costeras como el chocó. Sin olvidarnos de las posibles contaminaciones entre las mismas lenguas que haga más difícil su clasificación.

    Las lenguas makú-puinave junto con las lenguas chibchas parecen pertenecer claramente al antiguo grupo "pámpido-andino". Las lenguas tucano parecen relacionarse con las primeras migraciones asiáticas, las migraciones asiáticas más antiguas, como por ejemplo la que originó la lengua tupí. Se observa en la genética con la prevalencia de los haplogrupos C y D, los más antiguos. Así, por ejemplo, "xé" es "yo" en tupí, "jí" es "yo" en lengua tucano. Sin embargo, existen contaminaciones de los sustratos preexistentes como el arawak que se muestra en el pronombre "tú" que se dice "bi", o influencias del sustrato "pámpido-andino" como la palabra "jika" para "pierna". Las lenguas witoto se relacionan con las lenguas caribe. Se observa, sobre todo, en el sistema pronominal. Así "nosotros" en lenguas caribes se dice "kyko" y en las lenguas witoto "nosotros" se dice "koko", "vosotros" en lenguas caribes se dice "amoro" y en lenguas witoto "vosotros" se dice "omoi". Lo más probable es que las lenguas arawaks alcanzaran Colombia remontando los afluentes del río Orinoco, sin embargo genéticamente guahibos y curripacos tienen una amplia prevalencia de haplogrupos costeros A y B lo que nos indica que existió un aporte de genes de tribus costeras o andinas a través de los Andes hasta la Orinoquia y que acabaron asimilando las lenguas de la zona. Las tribus que hablan witoto tienen una amplia presencia de haplogrupo A, lo que indica influencia de genes "costeros" y "caribes" y que esos valles se fueron ocupando atravesando los andes desde la "costa". La migración asiática que trajo el haplogrupo A es muy posterior a la primera migración asiática (haplogrupos C y D) y se vincula con la expansión de las lenguas caribes por Venezuela, Guyanas, valle bajo del Magdalena y costa Pacífico de Colombia.

    Las lenguas caribes ocupaban la parte baja del valle del río Magdalena y la costa colombiana. Es muy posible que existiera una migración a través de los Andes de estos grupos dando lugar a lenguas de filiación caribe como el witoto. Las lenguas tucano, en cambio, parecen  proceder de una migración oriente- occidente a través del Amazonas. Las lenguas arawaks parecen proceder de una migración en forma de estrella hacia el interior de los afluentes del Orinoco. Los Guahibo, en cambio, parecen proceder del descenso natural de tribus andinas orientales del norte hacia los llanos del Orinoco, su lugar natural de expansión, de ahí que guarden rasgos con las lenguas del grupo pámpido-andino.

    La prevalencia del haplogrupo A y ausencia de B en los guahibos indica influencia del valle del río Magdalena y la sierra andina oriental.

    La prevalencia del haplogrupo A y haplogrupo B en los curripacos indica influencia del altiplano andino del departamento de Huila, cercano a los Barbacoas y a Pasto, donde los andes están más cerca del Pacífico, el río Guaviare parece ser la conexión entre el Pacífico y el Atlántico a través del altiplano andino del departamento de Huila donde predominaban el haplogrupo A y el haplogrupo B. El departamento de Huila debió jugar un papel importante como lugar de encuentro de numerosas tribus como demuestra la cultura de San Agustín. Era donde se intercambiaba la influencia entre el Atlántico del río Guaviare y el Pacífico. El departamento de Huila es el corazón de Colombia y así lo demuestran los numerosos restos arqueológicos.

    Parece que en los Andes norte y orientales de Colombia hay más prevalencia del haplogrupo A mientras que en los Andes sur de la zona de Pasto, Popayán , departamento de Huila  y valle alto y medio del Magdalena, mucho más cercanos al Pacífico, hay más prevalencia de haplogrupos A y B.

    En la costa del Pacífico colombiano también existe rastro de la primera migración asiática portadora de los haplogrupos C y D, así "tú" se dice "ni" en lengua barbacoa. Por la contra, observamos influencia de las lenguas arawaks de sustrato paleo-euroafricano muy antiguo en las lenguas barbacoanas. Así "yo" se dice "na".




              
                                                           Mapa lingüístico de Bolivia





    En el caso de Bolivia podemos identificar claramente un sustrato paleo-euroafricano del grupo pámpido andino representado por las lenguas tacanas, también las lenguas mosetenas y el yucararé. Una influencia de otro sustrato también paleo-euroafricano como son las lenguas arawaks representadas por el ignaciano y el mojeño. Una influencia del sustrato paleo-siberiano representado por las lenguas tupíes como el guaraní boliviano. Una influencia de lenguas del grupo macro-yê como el chiquitano. Y por último una influencia de las lengua quechuas y aymaras como el quechua boliviano.



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