En esta nueva entrada del blog expondré los criterios empleados para establecer una nueva clasificación lingüística de las lenguas amerindias. Las nuevas entradas del blog, a partir de ahora, trataran sobre los argumentos lingüísticos que nos permitan diferenciar entre lenguas de sustrato "paleo-euroafricano" y lenguas de sustrato "paleo-siberiano".
Pero antes de todo, es necesario explicar el funcionamiento de creación de nuevas lenguas en el Paleolítico. Durante el Paleolítico, los hombres y mujeres eran unos auténticos expertos en la creación y construcción de nuevas lenguas. Conocían a la perfección los mecanismos de construcción de nuevas lenguas. Eran conscientes de que sus hijos hablarían la lengua que hablaban sus progenitores, la llamada "lengua materna". Generalmente era el "chamán" de la tribu el que dirigía el proceso de construcción de una nueva lengua paleolítica. Estas lenguas por diversos motivos, unas veces deliberadamente intencionados e independentistas, sufrían procesos de contracción, reduciendo la lengua al uso de un número reducido de cognados de palabras de uso muy común, y a partir de este número reducido de cognados, el "chamán" iniciaba el proceso de construcción de una nueva lengua, creando una nueva gramática totalmente diferente a la lengua del tronco inicial. Sin embargo los cognados de palabras de uso común permanecían más o menos invariables en el tiempo. Así lenguas que son del mismo tronco familiar poseían gramáticas diferenciadas, mientras que los cognados de uso común eran más resistentes al paso del tiempo.
Por tanto, para la clasificación de las lenguas amerindias utilizaré los siguientes elementos por demostrarse ser muy sencillos y de gran eficacia a la hora de establecer relaciones filogenéticas entre lenguas aparentemente diferentes. Frente a los estudios gramaticales que pueden presentar grandes diferencias entre lenguas pertenecientes a un mismo tronco común, el estudio de un número reducido de cognados de palabras de uso habitual es un arma sencilla y muy eficaz para establecer relaciones familiares entre lenguas diferentes. Los cognados de palabras de uso común demuestran ser más perdurables en el tiempo que las gramáticas de las lenguas, más sometidas a procesos intencionados de contracción y expansión en el tiempo, relacionados con procesos de secesión y colonización territoriales durante el Paleolítico.
El otro elemento que se muestra muy eficaz a la hora de clasificar lenguas en familias es el estudio del sistema pronominal. El sistema pronominal también es muy invariable en el tiempo, como los cognados de uso común.
Con el estudio de unos pocos cognados y con el estudio del sistema pronominal de las lenguas vamos a establecer una nueva clasificación de las lenguas amerindias que nos permita establecer un grupo de lenguas de sustrato "paleo-euroafricano" y un grupo de lenguas de sustrato "paleo-siberiano".
En este intento de clasificación de las lenguas amerindias existen tres raíces léxicas o palabras que actúan como auténticos marcadores genéticos que nos permitirán establecer relaciones filogenéticas claras, y serían:
1) la raíz o palabra "NA" para "mujer o madre".
2) la raíz o palabra "NI" para el pronombre de primera persona "yo".
3) la importante raíz "KER" para "disco redondo", "cabeza", "sol" o "luna".
Usando tan sólo estas tres palabras o raíces son suficientes para distinguir entre lenguas de sustrato "paleo-euroafricano" donde se incluirían:
-Las lenguas algonquinas
-Las lenguas uto-aztecas
-Las lenguas mayenses
-Las lenguas arawaks
-Las lenguas macro-yé
-Las lenguas del nuevo grupo llamado "pámpido-andino" o "argentino-andino" que incluirían las lenguas pano-tacanas, las lenguas mosetenas, las lenguas mataco-guaicurú, las lenguas lule-vilela, las lenguas charrúas, las lenguas huarpes, la lengua mapuche y las lenguas de la familia chon.
Estas mismas palabras nos permitirán relacionar esta macrofamilia de lenguas amerindias de sustrato "paleo-euroafricano" con lenguas euro-africanas como son el bereber-touareg y la lengua europea euskera. Así mismo, estudiaremos la estrecha relación que existe entre las lenguas bereberes y el euskera, fruto de ese antiguo sustrato paleo-euroafricano que cruzó el Atlántico y que habitaba el fértil desierto del Sáhara en torno al 30.000 a.C , que se corresponde con la difusión del haplogrupo R1b de cromosoma Y.
Por el otro lado tendremos las lenguas de sustrato "paleo-siberiano", entre las que destacan:
-Las lenguas esquimales
-Las lenguas atabascanas
-Las lenguas caribes
-Las lenguas tupíes
-Las lenguas quechuas* y aimaras*
-Las lenguas yámanas y alacalufes como el kawesqar
Por Marcos Castro Vilas. Arquitecto