viernes, 1 de mayo de 2015

Durante el neolítico también se cruzó el Atlántico







    Quería dedicar la última entrada del blog a esta novedosa teoría personal que intuye que también durante el Neolítico se cruzó el océano Atlántico desde África.
    Nuestro principal argumento a la hora de exponer una nueva clasificación de las lenguas amerindias se basaba en defender la travesía del Atlántico durante el Paleolítico superior en torno a 30.000 años antes de Cristo, por hombres euroafricanos, genéticamente hablando. Pero esta teoría se verá fuertemente reforzada si podemos defender la opción de que estos mismos hombres hayan cruzado el Atlántico hacia las costas de Brasil  también durante el Neolítico, en torno al 6.000 ó 5.500 a.C. Para defender nuestra hipótesis usaremos como marcador temporal la "tan agradecida" cerámica, muy ligada a nuevos procesos económicos, y que nos permitirá establecer rutas de difusión de la misma, así como, polos de creación o irradiación.
    Es creencia popular que el Neolítico y su cerámica asociada surgieron en Oriente Próximo, en el llamado Creciente Fértil, en tierras de Siria y Turquía, en torno al 7.000 a.C o 9.000 años B.P. Se extendería a continuación por todo el Mediterráneo Oriental en forma de la llamada cerámica cardial, llegando al Levante español en torno a mediados del VI milenio a.C. 
    Sin embargo, estudios más recientes establecen que la cerámica más antigua del mundo asociada a procesos neolíticos surgió en el corazón del Sáhara, al sur del Sáhara, en el macizo de Air en Níger. Es una cerámica que proporcionó dataciones de X a IX milenios a.C. Tenemos, por tanto, junto al Creciente Fértil otro polo de difusión del Neolítico, mucho más antiguo. A diferencia del Neolítico de Oriente Próximo, el Neolítico que surgió en el Sáhara se caracterizará por desconocer la agricultura, no está relacionado con prácticas agrícolas como primera opción. Sí, en cambio, surgió la domesticación de bóvidos salvajes como el Bos Taurus Mauritanus, por tanto, surgió la ganadería doméstica, y junto a ella la cerámica para almacenar granos y alimentos de la recolección salvaje, y no de prácticas agrícolas específicas. La domesticación de la oveja y la cabra es muy posterior y parece proceder de Oriente Próximo. Estas nuevas investigaciones sobre el Neolítico en el Sáhara también defienden rutas de difusión de la cerámica, rutas que van de sur a norte hasta llegar a las costas de Marruecos y de Libia en el VIII y VII milenio a.C. También aventuran que la cerámica del Neolítico Antiguo Andaluz, fechada a finales del VII milenio a.C principios del VI milenio a.C, pueda tener su origen en contactos con el norte de África, fruto de ese proceso difusionista desde las montañas del sur del Sáhara.
    Hay que tener en cuenta que durante el Paleolítico superior, el desierto del Sáhara era un estepa de praderas y lagos muy fértil , que se fue desecando a medida que finalizaba la última glaciación, en torno al 6.000 a.C. Es muy posible que existiesen flujos migratorios hacia el norte buscando nuevos pastos para esa incipiente ganadería doméstica. Y que esos flujos cruzaran el estrecho de Gibraltar, extendiéndose por el oeste de las costas europeas. Este hecho explica, por ejemplo, la presencia del haplogrupo E-M81 de origen claramente norteafricano en altas frecuencias en Galicia, Portugal, Zamora, León, y en los pasiegos cántabros. También es posible que esas tribus norteafricanas introdujeran el Bos Taurus Mauritanus, cuyo remanente actual serían las vacas de la "raza cachena" en Galicia. Estos pueblos norteafricanos atesoraban una ancestral creencia paleolítica en la resurrección de los muertos, también atesoraban novedosos conocimientos cosmográficos de tierras más allá del océano Atlántico. Creencias en la resurrección y viajes más allá del océano serán el caldo de cultivo perfecto para el inicio de una nueva "religión", el megalitismo, y así hasta nuestros días con otra religión, el cristianismo. 
    Si la cerámica cruzó el estrecho de Gibraltar en torno al inicio del VI milenio a.C, es de presuponer que también intentara dar el salto a las tierras existentes al otro lado del Atlántico (América), y de cuya presencia nos advertían las constantes erupciones del volcán Fogo en Cabo Verde. Curiosamente los registros más antiguos de la cerámica en el continente americano se registran en la Caverna de Pedra Pintada , cerca de Santarem, Brasil, con una antigüedad de 7.500 B.P a 5.000 años , yacimiento dirigido por la gran arqueóloga americana Anna Roosevelt. Estas primeras cerámicas del continente americano estaban relacionadas con tribus de pescadores y recolectores de mariscos, son los famosos concheros del Amazonas. Luego la cerámica seguiría su camino de expansión por la costa norte de Sudamérica. Tenemos así la cerámica de la cultura Alaka en Guyana con una antigüedad de 6.000  a 4.500 años. Las cerámicas de San Jacinto en Colombia con una antigüedad de 4530 años, las cerámicas de Puerto Hormiga en Colombia con una antigüedad de 3794 años, las cerámicas de la cultura Valdivia en Ecuador con 3200 años , y las cerámicas de la cultura Pandanche en Perú  con 2460 años.
    Posteriormente la cerámica se difunde hacia Mesoamérica. Las cerámicas de Monagrillo en Panamá se remontan al 2.140, las de Tronadora en Costa Rica a 1.890 a.C, y las de Barra en Guatemala al 1.682 a.C. (fuente wikipedia; cerámica precolombina).






Por Marcos Castro Vilas, Arquitecto

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